¡Es que usted no sabe QUIÉN SOY YO!

«¡Es que usted no sabe quién soy yo!» Esta es una expresión que se está haciendo popular en Colombia. La han usado algunos «personajes» de la vida pública nacional y local para esgrimir su defensa de lo indefendible y por el contrario atacar las instituciones y a quienes las representan.

Cuando estaba releyendo este capítulo del puntilloso (quien pone mucho cuidado en lo que hace) profeta Isaías, no puedo evitar recordar y asociar lo que escribió con nuestra realidad y la aparición de estos «personajes». Más aún cuando leemos la demanda divina de enfrentar a este tipo de servidores – violadores de la ley, el orden y la verdad.

A continuación les dejo está maravillosa pieza profética.
Saquen sus conclusiones…

Dios promueve el relevo de servidores públicos pues es una forma de corregir la corrupción.

Esto me dijo el Señor, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales: «Enfréntate a Sebna, el administrador del palacio, y dale este mensaje: »¿Quién te crees que eres, y qué haces aquí, construyéndote una hermosa sepultura, un monumento en lo alto de la roca? Pues el SEÑOR está a punto de arrojarte lejos, hombre poderoso. Te agarrará, te arrugará y hará de ti una bola y te lanzará a una tierra árida y distante. Allí morirás, y tus gloriosos carros de guerra quedarán rotos e inútiles. ¡Eres una vergüenza para tu amo! »Sí, te sacaré de tu puesto —dice el SEÑOR —, te derribaré de tu elevada posición. Y entonces llamaré a mi siervo Eliaquim, hijo de Hilcías, para que te reemplace. Lo vestiré con tus vestiduras reales y le daré tu título y tu autoridad. Y será un padre para el pueblo de Jerusalén y de Judá. Le daré la llave de la casa de David, la posición más elevada dentro de la corte real. Cuando él abra puertas, nadie podrá cerrarlas; cuando él cierre puertas, nadie podrá abrirlas. Le traerá honor al nombre de su familia, porque yo lo pondré firmemente en su lugar como un clavo en la pared. Le darán grandes responsabilidades, y él les traerá honor incluso a los miembros más humildes de su familia». Pero el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales también dice: «Llegará el día en que yo sacaré el clavo que parecía tan firme; saldrá y caerá al suelo y todo lo que sostiene se caerá junto con él. ¡Yo, el S EÑOR, he hablado!». Isaías 22:15-25

Alfredo Barrios.

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