Devocional 26-06-2022
Cuando conviertes a Jesucristo en el número uno en cada área de tu vida, simplificas tus prioridades y no tienes nada de qué preocuparte.
Cuando conviertes a Jesucristo en el número uno en cada área de tu vida, simplificas tus prioridades y no tienes nada de qué preocuparte.
El punto de partida para dejar ir la preocupación es mantener esta actitud humilde: “Dios es Dios, y yo no lo soy”.
Lo mejor que puedes hacer cuando empiezas a preocuparte es orar. ¡La oración tiene poder! Tiene el poder de cambiar tu perspectiva.
La preocupación debe ser el pecado más común del planeta. Es el resultado directo de olvidar que Dios es bueno todo el tiempo.
La única razón por la que tienes esperanza es porque Dios es bueno. Si Dios no fuera así, no habría una razón racional para la esperanza.
Incluso en los peores momentos, Dios tiene un buen propósito, un buen plan y una buena razón.