¡Cuida a los pequeños!
Así como los niños pequeños requieren de gran cuidado… Así mismo todo aquel que entrega su vida a Jesús necesita ser cuidado. No creas que fue suficiente con traerlos a los pies de Cristo, porque ahora viene una responsabilidad mayor.
Si ya tomaron su decisión por Cristo, invítalos y acompáñalos a inciar su proceso en el PIV (Proceso de Innovación de Vida).
No te confíes, cuídalos. ¡Consolídalos!